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viernes, 28 de diciembre de 2012

Mis locuelas del Vallmont

Bueno, todo empezó un 12 de septiembre de 2005 cuando entré en el Vallmont  en Villanueva del Pardillo ese día me acuerdo que estaba un poco nerviosa porque era la primera vez que me cambiaba de colegio y no estaba con ninguno de mis antiguos compañeros.
Recuerdo que nos metieron a todos los del mismo curso en la misma clase, nos fueron nombrando a distintas aulas y así empezó todo. Me acuerdo que nos sentaron en forma de U y le pregunté a Noemi que si conocía a una amiga llamada Noemi Reviejo porque me comentó que venia del Gredos, también le dije que conocía a su madre que me había ayudado con el uniforme.
 Ese día me fui en el recreo con Ale y Marta que se conocían de su antiguo colegio y Ale me comentó que tenia una amiga mía en común, Rocio, me acuerdo perfectamente de ese día porque íbamos pidiendo comida a los niños pequeños porque nos moríamos de hambre y así estuvimos durante unos meses donde nos juntamos con Noemi y María.
Transcurrieron los años y tuvimos nuestras peleas y nuestros buenos momentos pero sobretodo buenos momentos. De como vino una compañera nueva que se llamaba Cris pero se fue porque se cambió al instituto y cuando nos mezclaron las clases que normalmente siempre hemos estado juntas llego Carmen al grupo, nos ayudaba con los deberes cuando no lo sabíamos  y también recuerdo cuando nos dejaba los apuntes para repasar antes de los exámenes y de como Ale, Noe y María le pasaban el boli por el jersey para tener suerte y que les salga bien el examen. Recuerdo que Sara  empezó a venir con nosotras en los recreos y así nos fuimos uniendo todas hasta ahora que nos cambiamos de colegios de ciudades pero bueno.
A mi me dio mucha pena el tener que irme por una parte porque me gustaba mucho ese colegio y tenia unas amigas que estaban locas como yo pero por circunstancias de la vida unos vienen y otros se van pero ellas nunca se irán de mi porque siempre las he querido y siempre las querré.
PD: Recuerdo en los cumples de Noe y de María que comíamos hasta no poder y luego terminábamos con la deliciosa tarta. También me acuerdo de un cumple de María en el que su madre le pregunto a Marta que cuantas albóndigas quería dos o tres y ella le respondió 6. Me acuerdo mucho de ellas y siempre las voy a querer.


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