Erase una vez hace un par de errores atrás, estabas interesado en mí me atrapaste, me encontraste.
Supongo que no te importaba y creo que eso me gustaba... y cuando me desmoroné retrocediste sin mí.
Él no estaba presente cuando estaba a mi lado y me doy cuneta que era mi culpa porque sabía que serías un problema cuando entraste... así que ahora la culpa es mía.
Me llevaste a lugares en los que jamás hubiera estado, me humillaste sabía que serías un problema cuando entraste.
Ahora estoy tirada en el frío y duro suelo- PROBLEMA-
No hay excusas, el nunca te verá llorar, finge que no sabe que es por él, me estoy ahogando.
Escuché que ya superaste los susurros por la calle... otra chica más eso es todo lo que siempre seré... y ahora me doy cuenta, cuando me conoció y me doy cuenta que hiciste el ridículo.
Cuando el miedo más triste, llega arrastrándose el miedo de saber que nunca me amaste
Estamos en un momento de nuestra vida que lo único que nos importa es divertirnos e ir de fiesta pero no todo es eso.
Estamos en un momento en el que tenemos que centrarnos que todo nuestro futuro va a depender de lo que hagamos ahora. Vale que tengamos muchas ganas de salir e ir de fiesta de disfrutar al máximo porque estamos en nuestra adolescencia y queremos disfrutarla al máximo pero también tenemos que tener un poco de sensatez en nuestras vidas y decidir si preferimos estar todos los fines de semana de fiesta en fiesta y emborrachándonos y haciendo tantas locuras que ni nos acordamos al día siguiente... o levantarse por las mañanas estudiar y repasar un poco y tener toda la tarde libre.
Estamos en un momento en el que la vida se nos complica, cada vez hay más paro y meno puestos de trabajo, que cada vez sale más cualificadas, que se nos come el mundo si no hacemos nada pensamos que todo nos lo van a dar echo y no es así pensamos que vamos a hacer lo que nos da la gana y no es así vivimos en un mundo paralelo de diversión y fantasía como lo llamo yo en El Mundo de Liliput. Amigos la vida es difícil y si nos parece ahora que nos lo hacen todo esperaros a tener 18 años.
La verdadera belleza de una persona no está en su apariencia sino en lo profundo de su corazón. Una persona que hace esfuerzos extremos y que se dedica con todo su corazón a su campo de acción es hermosa, brilla de verdad. Luce aguda, decidida y segura de sí misma. Este tipo de esplendor siempre sobrepasará, en mi opinión, a la belleza externa de cualquier adorno que lleve puesto. De hecho, las mujeres que están conscientes de su belleza interior, no necesitan pedirle prestada la belleza a nada que les sea externo. Por otra parte, resulta lamentable que quienes sólo se preocupan por su apariencia física, la mayoría de las veces lucen empobrecidas espiritualmente y tratan de remediar esa carencia con trampas externas.
Todos deseamos tener cosas hermosas: belleza interior, belleza física, una vida hermosa, una hermosa familia, y así sucesivamente. Pero esto no puede lograrse si nos aislamos y nos limitamos a sólo vernos a nosotros mismos. Debemos establecer las mejores relaciones con otras personas e interactuar con nuestra comunidad y sociedad con un corazón abierto. Debemos ser amables con la naturaleza. Es sólo mediante este proceso que podemos realmente crecer y cultivar nuestra propia belleza
Una persona que puede alabar, apreciar y respetar con todo su corazón a los que la rodean es más hermosa que otra que constantemente está criticando a los demás. De igual modo, una persona que puede encontrar alegría y júbilo por sí misma, en su cotidianidad, o hasta en la naturaleza y en el cambio de las estaciones, tiene la calidez y el brillo que puede proporcionar un sentido de paz y bienestar a los demás. Una gran capacidad para descubrir la belleza hace bella a una persona. La llama de un corazón puro, la llama de la compasión, la llama de la esperanza, la llama del coraje. Estas llamas son las fuentes de luz que le permiten a la mujer irradiar belleza.
Se dice que “lo más hermoso de una mujer brilla con la edad.” Encuentro tanta sabiduría en estas palabras. La gente, por lo general, relaciona la belleza con la juventud. No logra establecer la conexión entre las palabras “mujer bella” con “mujer mayor”. Una mujer joven, en su adolescencia, es en verdad hermosa, pero hay una clase diferente de belleza que se encuentra en las mujeres que tienen alrededor de 30, 50 y hasta 70 años de edad. Cuando buscamos la belleza de una persona nos percatamos de que ésta es verdaderamente hermosa cuando su belleza interior sigue siendo profunda y sigue siendo cultivada a lo largo del tiempo.
Sólo digo una cosa: " Estoy loca pero te lo digo sinceramente, las mejores personas lo estamos".
Mañana ya es el último día del año, no se que pensar si ha sido un buen año o malo.
Cuando me pongo a pensar creo que no ha sido de mis mejores años lo he pasado un poco mal pero me pongo a penar y también he tenido buenos.
Siempre me digo cuando pido un deseo que este año va a ser mejor que voy a dar más de mi, que voy a sacar mejores notas. Lo intento pero no se a veces creo que no lo voy a conseguir y me desanimo pero bueno ya se verá.
Sólo se una cosa que hay que empezar con buena cara.
De momento no se que más poner ya volveré.
Recuerdo cuando terminamos por primera vez, al ver esto, tuve suficiente, porque como no nos hemos visto en un mes cuando dijiste que necesitabas espacio dije ¿¡qué!? Cuando volviste otra vez y dijiste:"Cariño te extraño, te juro que voy a cambiar, confía en mi" recuerdo como eso duro un día y te dije:"te odio, rompemos". Me llamaste diciendo te amo.
Nos volvimos a llamar anoche, pero esta vez te digo que nunca volveremos a estar juntos.
Ve a hablar con tus amigos, habla con mis amigos, habla conmigo, pero nunca volveremos a estar juntos. Créeme, nunca.
Enserio voy a extrañarte buscando peleas, y tu te esconderías y encontrarías tu parte de mi en algún disco de Indie, eso es mejor que lo mio. Solía pensar que estaríamos juntos para siempre y solía decir: " nunca digas nunca".
Créeme, nunca volveremos a estar juntos.
Bueno, todo empezó un 12 de septiembre de 2005 cuando entré en el Vallmont en Villanueva del Pardillo ese día me acuerdo que estaba un poco nerviosa porque era la primera vez que me cambiaba de colegio y no estaba con ninguno de mis antiguos compañeros.
Recuerdo que nos metieron a todos los del mismo curso en la misma clase, nos fueron nombrando a distintas aulas y así empezó todo. Me acuerdo que nos sentaron en forma de U y le pregunté a Noemi que si conocía a una amiga llamada Noemi Reviejo porque me comentó que venia del Gredos, también le dije que conocía a su madre que me había ayudado con el uniforme.
Ese día me fui en el recreo con Ale y Marta que se conocían de su antiguo colegio y Ale me comentó que tenia una amiga mía en común, Rocio, me acuerdo perfectamente de ese día porque íbamos pidiendo comida a los niños pequeños porque nos moríamos de hambre y así estuvimos durante unos meses donde nos juntamos con Noemi y María.
Transcurrieron los años y tuvimos nuestras peleas y nuestros buenos momentos pero sobretodo buenos momentos. De como vino una compañera nueva que se llamaba Cris pero se fue porque se cambió al instituto y cuando nos mezclaron las clases que normalmente siempre hemos estado juntas llego Carmen al grupo, nos ayudaba con los deberes cuando no lo sabíamos y también recuerdo cuando nos dejaba los apuntes para repasar antes de los exámenes y de como Ale, Noe y María le pasaban el boli por el jersey para tener suerte y que les salga bien el examen. Recuerdo que Sara empezó a venir con nosotras en los recreos y así nos fuimos uniendo todas hasta ahora que nos cambiamos de colegios de ciudades pero bueno.
A mi me dio mucha pena el tener que irme por una parte porque me gustaba mucho ese colegio y tenia unas amigas que estaban locas como yo pero por circunstancias de la vida unos vienen y otros se van pero ellas nunca se irán de mi porque siempre las he querido y siempre las querré.
PD: Recuerdo en los cumples de Noe y de María que comíamos hasta no poder y luego terminábamos con la deliciosa tarta. También me acuerdo de un cumple de María en el que su madre le pregunto a Marta que cuantas albóndigas quería dos o tres y ella le respondió 6. Me acuerdo mucho de ellas y siempre las voy a querer.
